En todos los ámbitos de la vida, se generan tensiones y cuando alguien pretende eliminarlas por completo, es muy probable que lo único que consiga es estresarse aún más, por lo que como seres humanos racionales lo inteligente y positivo es saber controlar las tensiones para canalizarlas luego de manera positiva.
Muchas veces lo hacemos parte de nuestras vidas, en donde todos hemos experimentado una situación de estrés al hablar en público, al dirigirnos a un lugar desconocido, al manejar por primera vez nuestro auto, al viajar, etc. Hay personas que se encuentran en las grandes ciudades y que se sienten sometidos a grandes presiones y sumergidos en una cadena de situaciones de las que les es imposible escapar. Esa imposibilidad de decir basta, cuando las cosas superan la capacidad de un ser humano, se debe a factores económicos que no siempre son los más importantes, porque la mayoría de las veces ocurre por la necesidad psicológica de cumplir con las propias expectativas demasiado ambiciosas para llevar a cabo.
Por lo que el estrés es perjudicial para la salud cuando no lo controlamos. No nos deja pensar claramente, no hay equilibrio, nos enojamos o nos bloquea y no nos deja actuar.
El estrés se genera por diferentes motivos o causas las cuales se indican a continuación
Estas causas son:
Fisiológicas: Se relacionan con enfermedades y lesiones que llega a tener el cuerpo y que aumentan la tensión interior de la persona produciendo un nivel de estrés que se vuelve contraproducente hacia uno mismo. Por ejemplo, una enfermedad orgánica produce una reacción negativa en el campo emocional.
Psicológicas: Es cuando una persona se encuentra vulnerable tanto en forma emocional como cognitiva, donde la existencia de crisis vitales por determinados cambios ya sea en la infancia, adolescencia, madurez o vejez son activados. Las relaciones interpersonales conflictivas o insuficientes son condiciones frustrantes de trabajo o estudio debido a la excesiva exigencia o competitividad, monotonía, normas incongruentes, etc.
Sociales: Cambios imprevistos de estratos sociales y de época en la cual se encuentra viviendo una persona y del cual se le dificultan los nuevos retos a afrontar, estos cambios pueden ser de tecnología o de actividades sociales aceleradas que la persona no puede integrar a su vida.
Ambientales: La exigencia propia de vivir o convivir en ambientes tóxicos industriales, ejercicios laborales donde existen riesgo de trabajo ya sea en salud o en seguridad, o el manejo de agentes patógenos infecciosos, o el vivir una catástrofe que nos haga enfrentarnos a falta de alimentos, agua y destrozos así como la ausencia de familiares.
Esto se debe a que el estrés es un estado de tensión continua que si no se le atiende o se le da la importancia para una pronta atención terminara afectando la salud de la persona tanto física como mental.
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